Daniel 11:28 (Parte b)
11:28 (b)
“y su corazón estara contra el Pacto Santo…
“Su corazón estará contra el Pacto Santo. ¿A que pacto se refiere? En el próximo versículo 30 se anticipa que “Descargara su furia contra el Pacto Santo” y “Regresara y prestara atención a los que dejan el Pacto Santo”. Este énfasis, citando 3 veces a este Pacto Santo, nos obliga a hacer una pausa, hasta poder identificar con claridad a que Pacto se refiere.
Un Pacto es un acuerdo o contrato entre 2 partes para hacer o dejar de hacer algo, donde se comprometen a cumplir condiciones previamente acordadas.
Como este pacto es algo Santo, de seguro en la Biblia lo encontraremos. Ahí encontramos que el Creador celebro varios Pactos con la humanidad, como el que hizo con Noe después del diluvio. Genesis 6:17-21.
O el celebrado con su amigo Abrahán. Genesis 12:1-3. Y qué decir del Pacto de la ley, celebrado con la nación de Israel en el año 1513 a.e.c mediante Moisés. Éxodo 24:3-8.
¿De todos los pactos registrados en la biblia, cual es este Pacto Santo?
En el versículo 22 la misma profecía, nos aporta una importante pista cuando predijo que el “líder del Pacto” seria arrasado y destruido. Como ya vimos, esto se cumplió en el año 33 e.c. cuando nuestro Señor Jesucristo fue asesinado por los judíos.
En Jeremías 31:31-34 se había predicho un nuevo pacto. Y en Hechos 15:14-18 se explicó como Dios dirigió por primera vez su atención a las naciones, para sacar de entre ellas un pueblo para su nombre, mediante la descendencia prometida, Cristo Jesús. cumpliendo lo predicho que, por la descendencia de Abraham, todas las familias de la Tierra se bendecirían. (Génesis 22:18; Gálatas 3:16).
¿Celebro Cristo algún Pacto? Lucas 22:29-30 registra que antes de su muerte, hizo con sus Apóstoles un “Pacto para un Reino, para que coman y beban a mi mesa y se sienten en tronos a juzgar a las 12 tribus de Israel”. A sus seguidores ya les había enseñado a pedir en oración “Venga tu Reino” Mateo 6:9. Durante su ministerio en la tierra predico sin cansar de este Reino.
¿Y que hace Santo a este Pacto, a diferencia de todos los pactos celebrados con anterioridad? Sus integrantes. El Apóstol Juan, al final de su vida recibió una visión que esclarece este punto. En Apocalipsis 14:1-5 se muestra que, gracias a la sangre del Cordero, fieles cristianos sin engaño en su boca podrían alcanzar la santidad, siendo primicias para Dios, e integrando su Reino. 1 Pedro 1:14-19
¿De dónde obtendría Cristo el poder y autoridad para establecer ese Reino?
¿Sería enfrentando a los Romanos? Ante Pilato Él le aseguro que su Reino no era de este mundo ya que si así fuera sus seguidores habrían peleado para evitar que el fuera capturado. Juan 18:33-36
El Gobernante de este mundo, ya le había ofrecido todos los reinos de la tierra a cambio de un acto de adoración. Lucas 4:5-8. Pero Cristo rechazo esa oferta.
Con siglos de antelación ya había revelado el propósito del “Dios del Cielo de establecer un Reino que nunca seria destruido y pondría fin a todos los reinos humanos” Daniel 2:44.
Luego de entregar su vida en rescate por la humanidad, el ascendió a los cielos (Hechos 1:9), para conseguir ese poder real. Daniel 7:13-14 predijo que a un “Hijo del Hombre le darían acceso al Anciano de Días, y él le otorgaría dominio, honra, y un Reino para que le sirviera gente de todo pueblo, nación e idioma”.
¿Cuánto tiempo tardaría en volver, ya con Autoridad? De una manera sencilla mediante una parábola, Cristo les explico que, para conseguir poder real y un Reino, sería necesario que el viajara hasta una tierra distante por un largo tiempo. Lucas 19:11-27. ¿Por qué tardaría tanto? 2 Pedro 3:8 nos ayuda a entender que el tiempo se ve diferente, desde la perspectiva Divina.
¿Qué deberían hacer sus seguidores hasta su regreso?
En Juan 13:34-35 les pidió que se mostraran amor, en Mateo 28:19,20 que predicaran su mensaje y que se mantuvieran apartados del mundo Santiago 4:4 y en Juan 16:1-2 les advirtió que permanecer leales no sería fácil.
¿No podrían buscar poder político sus seguidores? No, porque como le dijo a Pilato, su Reino no es de este mundo. Juan 17:16. Y porque está en poder del maligno 1 Juan 5:19. Este atacaría de muchas formas a sus seguidores hasta con falsos maestros que buscarían introducir sectas destructivas, y lobos opresivos que no tratarían con ternura al rebaño. Hechos 20:28-30. 2 Pedro 2:1.
Cristo comparo el Reino con sembrar con semilla excelente un campo, en el que un enemigo viene después y sobre siembra mala hierba. Mateo 13:24-30. La mala hierba es muy parecida al trigo, y como no es fácil diferenciarla, habría que esperar hasta la siega para reconocerla. Esa mala hierba llego de la mano de hombres prominentes, que introdujeron en la enseñanza cristiana doctrinas de la filosofía griega, como la trinidad o la inmortalidad del Alma, dando pie a disputas doctrinales en las congregaciones por muchos años, hasta el siglo 4.
Luego del triunfo sobre su Co-Emperador Licinio en 324 e.c. y ante el cumulo de situaciones que amenazaban al Imperio Romano, Constantino 1 decidió fortalecerlo en todos los frentes. Le preocupaba la vulnerabilidad de la capital Roma, y atendiendo criterios estratégicos militares decidió construir una nueva capital fortificando la ciudad de Bizancio, renombrándola como Constantinopla.
Según la historia, la religión era cuestión de estado en el imperio Romano, y los Emperadores desde Cesar poseían el título de Pontifex Maximus, permitiéndole intervenir en asuntos religiosos. Constantino considero importante unir a su dividido Imperio bajo una religión universal, y después de un sueño donde vio una cruz, asegurándole que con esta vencería, se decidió a intervenir.
Tras observar la fortaleza moral y valores de los cristianos, convoco en 325 en Nicea su capital de verano, a un Concilio siendo invitados 1800 obispos, aunque solo asistieron alrededor de 300. A pesar de esta representación tan limitada, se impuso un mandato de que nadie abandonaría el concilio hasta haber un acuerdo, y que todo aquel que no lo aceptara, seria exiliado. De inmediato se enfocó en la cuestión cristológica, que por muchos años había dividido a las distintas iglesias por todo el Imperio.
Por un lado, los que creían en una doctrina llamada Arrianismo, que afirmaba que Cristo era el Hijo de Dios, y su primera creación, pero no Dios mismo. Juan 17:3. En contrapartida los que defendían la doctrina de la trinidad en la que el Padre, el Hijo, y el espíritu santo son iguales.
Arrió se presentó al concilio y con valor defendió sus postulados respaldado por las escrituras (Juan 20:17) más la voluntad imperial favoreció la doctrina de la trinidad, presionando a los obispos a cambiar su voto. Consecuentemente las obras de Arrió fueron confiscadas, quemadas, y a sus partidarios, se les considero enemigos del cristianismo.
En 380 e.c se dio un paso más en el concilio en Tesalónica, y con un Edicto se conformó una nueva religión, amalgamando el “cristianismo” aprobado por el Emperador en Nicea, con la religión oficial (el culto al sol), dando origen a una religión universal.
Con estos hechos históricos preguntémonos, ¿Esta amalgama universal cumplió el anhelo de Cristo de un reino y obtuvo su bendición?
Vale la pena recordar que Cristo ordeno a sus seguidores mantener una forma de adoración pura y sin mancha del mundo. Santiago 1:27. Repasemos estos principios bíblicos. Éxodo 20:4 Salmos 115:4-8. 1 Juan 5:21. Santiago 4:4.
Al analizar la historia resalta el afán protagónico de la Iglesia al lado de Reyes con gran poder, y justificándose con documentos apócrifos como la “Donatio Constantini, obtuvo grandes beneficios, dejando claro que ese Reino terrenal no siguió las instrucciones de Cristo. Mateo 7:21-23
¿Dónde quedo entonces el Pacto para un Reino entre Cristo y sus discípulos?
A pesar de ser duramente perseguidos, a lo largo de la historia siempre hubo algunos cristianos leales que, a pesar de no tener una estructura, mantuvieron en vigor ese pacto, y el que la historia no guarde registro de ellos no significa que su Amo los haya olvidado, sobre todo a aquellos que murieron como mártires. (Apocalipsis 6:9-11)
Entonces este Pacto Santo se mantuvo en vigor desde que fue instaurado por Cristo en 33 e.c., incluyendo a muchos de aquellos que tradujeron la biblia a otros idiomas, predicando en esos tiempos obscuros tal como Cristo lo ordeno en Mateo 28:19_20, y seguramente algunos de ellos están en el grupo de 144,000 que reinaran con Cristo. Aclarado quienes integran ese Pacto Santo, continuemos el análisis del versículo 28.