Daniel 11: 25-26 (Parte A)
25-26 (Parte A)
“Y el reunirá fuerzas y valor* para ir contra el rey del sur con un gran ejército, y el rey del sur se preparará para la guerra con un ejército inmensamente grande y poderoso”
Hasta ahorita a cada palabra y frase de este extenso conjunto profético se le ha encontrado el momento de su cumplimiento. Pero al llegar a este versículo 25, algunos consideran al sacro Imperio Romano Germánico como el sucesor del Imperio Romano señalando el cumplimiento de este versículo hasta el siglo 19. Pero si analizamos la profecía palabra por palabra, no encontramos base para un salto en el tiempo tan pronunciado.
Por el contrario, la profecía señala en el versículo 27 que el Tiempo del Fin es todavía para el tiempo fijado o señalado, indicando un momento futuro, al igual que en el versículo 35 y es hasta el versículo 40 que se ubica en el tiempo del fin
Para evitar perder el hilo argumental y la armonía con la historia “examinemos con cuidado” este conjunto profético evitando anteponer ideas personales por encima de lo escrito, recordando Apocalipsis 22:18,19.
Luego de este paréntesis regresemos a la Profecía en el momento histórico previo. Después de siglos de relativa paz, Roma necesitaría reunir fuerzas y valor para ir contra el Rey del Sur. ¿Por qué necesitaría “Fuerzas y Valor”?
Porque, aunque el Imperio Romano poseía un “Gran Ejército” el Rey del Sur según la profecía, tendría un “Ejercito Inmensamente Grande y Poderoso”.
Pongamos atención a este detalle o dilema. ¿Quién poseería el ejército más poderoso, el Rey del Norte, Roma o el Rey del Sur? Esta es la clave para descifrar este enigma. De Roma se dice solo que tendría “un Gran Ejercito” mientras que del Rey del Sur se dice que tendría un “Ejercito Inmensamente Grande y Poderoso”. Así que luego de 4 siglos de dominación, un adversario poseería “un Ejercito Inmensamente Grande y Poderoso”.
¿Según la historia universal, en ese momento, que pueblo o nación poseía un Ejercito “inmensamente Grande” como para intimidar al Imperio Romano? Los adversarios poderosos de Roma eran muchos, pero ubicar al predicho resulta clave para continuar con orden cronológico nuestro análisis, sin apresurarnos.
11: 25-26 (Parte B)
“Pero él no se mantendrá en pie, porque tramaran planes malvados contra él. Y los que comen sus manjares lo harán caer”.
Con las pistas aportadas en este versículo, podemos ubicar a su protagonista. Roma para el siglo 3 había caído en un periodo de decadencia, y por esa razón se eligió a un capaz general como Emperador. Aureliano había demostrado gran capacidad y compromiso luchando duramente por mantener la hegemonía del Imperio Romano. Pero mientras planeaba una invasión a Persia en el año 275, en Tracia esperaba cruzar el estrecho y entrar en Asia Menor, pero “los que comían sus manjares tramaron planes malvados contra él y lo asesinaron.
Se dice que, por irregularidades, Aureliano estaba a punto de pedir cuentas a Eros, su secretario. Al verse descubierto, este falsificó una lista con nombres de oficiales a los que supuestamente el pretendía dar muerte. Al verla, sus propios oficiales tramaron y perpetraron el asesinato del Emperador que consideraban podía hacer renacer el Imperio.
