Daniel 11:13-16
11:13
“Y el rey del norte regresará y reunirá a una multitud más grande que la primera. Al cabo de cierto tiempo, después de algunos años, saldrá con un ejército enorme y con muchos recursos”
Dieciséis años habían transcurrido desde que los egipcios derrotaron a los sirios en Rafia. Tolomeo V se convirtió a tierna edad en el rey del sur, Antíoco III se dispuso a recuperar con “una muchedumbre mayor que la primera” los territorios que le había arrebatado. Para ello, se alió con el rey macedonio Filipo V.
11:14
“En esos tiempos se levantarán muchos contra el rey del sur.”
En efecto, mucha gente se levantó contra Tolomeo V. Aquel joven rey del sur no se enfrentó únicamente a las fuerzas de Antíoco III y su aliado macedonio, también enfrento problemas en su propia tierra, Egipto. Su tutor, Agatocles, que gobernaba en su nombre, trató con arrogancia a los egipcios, y muchos de ellos se sublevaron.
“Y los violentos* de tu pueblo serán empujados a tratar de hacer realidad una visión, pero tropezarán”
Algunos judíos, de manera violenta intentaron hacer realidad la visión de un Israel libre. Sin embargo, cualquier “visión” que estos judíos tuvieran en cuanto al fin de la dominación gentil sobre su tierra natal sería falsa, y ‘tropezarían’ sin conseguir su ansiada libertad.
11:15-16
“Entonces el rey del norte saldrá, levantará una rampa de ataque y capturará una ciudad con fortificada. Y los brazos* del sur no resistirán, ni tampoco sus mejores hombres. No tendrán fuerzas para resistir. El que sale contra él hará lo que quiera, y nadie podrá hacerle frente. Se plantará en la tierra de la hermosa, y tendrá en su mano la capacidad de exterminar.
Las fuerzas militares de Tolomeo V, “los brazos del sur”, no resistieron el ataque procedente del norte. Tras su victoria en Paneas (Cesárea de Filipo), Antíoco III forzó al general egipcio Scopas y a 10.000 soldados “escogidos” a refugiarse en las murallas de Sidón, hasta que fue finalmente obligado por la hambruna a rendirse.