Daniel 11:22
11:22
“A causa de él, los brazos* de la inundación, serán arrasados y destruidos, y lo mismo le pasara al Líder del pacto”
“A causa de él, los brazos de la inundación serían arrasados y destruidos”. Bajo Tiberio las tropas romanas destacadas en el río Rin eran comandadas por su sobrino Germánico. En el año 15, Germánico dirigió sus fuerzas contra el héroe germano Arminio y obtuvo algunos triunfos. Sin embargo, esas victorias parciales fueron muy costosas, y Tiberio suspendió las operaciones en Germania, optando más bien, por impedir la unificación de sus tribus instigando la guerra civil entre ellas.
En política exterior, se adoptó una postura defensiva y dirigida sobre todo a consolidar las fronteras. Esa táctica resultó bastante eficaz, de manera que “los brazos de la inundación” fueron arrasados y destruidos por algún tiempo.
Cuando presentaron a Jesús ante Poncio Pilato el 14 de Nisán del año 33, los sacerdotes judíos lo acusaron de querer instaurar un reino judío, pero él dijo a Pilato: “Mi reino no es parte de este mundo. […] Mi reino no es de esta fuente”. A pesar de que el gobernador romano vio que era inocente de esos falsos cargos, no pudo liberar a Jesús, debido a la presión de la turba judía que gritaba: “Si pones en libertad a este, no eres amigo de César. Todo el que se hace rey habla contra César”.
Tras exigir la ejecución de Jesús, dijeron: “No tenemos más rey que César”. De acuerdo con la ley que regulaba los delitos de lesa majestad, la cual Tiberio había ampliado para que penalizase prácticamente cualquier insulto al César, Pilato entregó a Jesús para que le dieran muerte.